Pre-concepción


“Concebir un ser humano es, quizá, el proyecto creativo más apasionante y hermoso. Y no sólo porque se abre una puerta a una nueva vida, sino porque supone un auténtico camino iniciático para los futuros padres; un camino de transformación y de descubrimiento”
Ángela Boto

En Gramamás creemos firmemente que la concepción empieza mucho antes de la fecundación. Por eso queremos dedicar espacios y actividades orientadas a  los que buscan el embarazo y empiezan a concebir a sus hijos emocional y físicamente mucho antes de recibir el milagro de la vida.

A éste propósito, os dejamos una bella historia...


  Me contaron una vez sobre los indios Sioux norteamericanos,  que cuando las parejas se sienten preparadas para tener un hijo, se miran el uno al otro, se acercan y se dicen al oído ‘cuakté’, en señal de que están disponibles para albergar una nueva vida. 

  A partir de entonces comienzan a hacer un ritual de purificación: dejan de comer algunos alimentos e incorporan otros que les van a ayudar en la concepción, plantas, raíces, frutas… este ritual de purificación va acompañado del baño en las aguas del río Tacumé, aguas  que son purificadoras de la mente, las emociones y el espíritu.  Este ritual dura un ciclo lunar.
  Cuando acaba el baño buscan un lugar para hacer el amor, juntos, dejándose guiar por el lenguaje de las plantas, los anímales, la tierra y el cielo, cuando lo encuentran, cada uno se sienta enfrente del otro, en silencio, y le piden a su ser interior que les ayude en la concepción. A continuación empiezan a emitir un cántico para llamar a la nueva alma que ha de encarnarse a través de ellos. Un cántico que brota del corazón.  Y después, mientras sus cuerpos se entrelazan, sus almas invocan a la Gran Madre y al espíritu de la unidad…
  Y cuando acaban, permanecen juntos y en silencio, en el mismo lugar, durante un día, sintiéndose sostenidos por la Gran Madre Tierra y protegidos por el Gran padre Cielo.